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Manejo de estrés laboral

estres laboral

El manejo del estrés laboral implica saber gestionar de forma adecuada el nerviosismo laboral, la ansiedad en el trabajo, la angustia laboral, el agobio, el exceso o sobrecarga de trabajo, sobreesfuerzo y la tensión en el lugar de trabajo.

Vivimos una etapa laboral agitada, donde a menudo el lugar de trabajo parece una montaña rusa emocional. Las largas horas, los plazos ajustados y las demandas cada vez mayores pueden hacernos sentir preocupados, agotados y abrumados. Cuando el estrés excede nuestras capacidades, deja de ser útil y empieza a dañar la mente y el cuerpo, así como la satisfacción laboral y la productividad de las empresas.

En este apartado veremos el manejo del estrés laboral, qué es, cuales son las causas, las consecuencias tanto personales como para la organización y finalmente como prevenirlo.

Contenido

Qué es y por qué es importante?

El estrés es la reacción del cuerpo a cualquier cambio que requiera un ajuste o una respuesta. El cuerpo reacciona a estos cambios con respuestas físicas, mentales y emocionales. El estrés relacionado con el trabajo es la respuesta que las personas pueden tener cuando se les presentan exigencias y presiones laborales que no se corresponden con sus conocimientos y habilidades y que desafían su capacidad de afrontar la situación.

La presión en el lugar de trabajo es inevitable debido a las exigencias del entorno laboral actual. De hecho nos ayuda a mantenernos alerta, concentrados y con energía para enfrentar nuevos desafíos en el lugar de trabajo. El nivel de presión considerado como aceptable por una persona puede incluso mantener a los trabajadores motivados y capaces de trabajar y aprender según los recursos disponibles y las características personales. Sin embargo, cuando esa presión se vuelve excesiva o inmanejable, genera estrés.

El estrés puede dañar la salud de los empleados y el correcto funcionamiento de una empresa.

Síntomas del estrés laboral

A menudo es complicado reconocer los síntomas del estrés debido a que es algo que crece de forma progresiva. Es difícil reconocer en qué punto estamos y la mayoría de las personas adoptan una postura de «aguante» hasta que física o mental mente el cuerpo dice «basta». El estrés apaga nuestra sensibilidad para pedir ayuda a otras personas.

Los signos o síntomas del estrés relacionado con el trabajo pueden ser físicos, psicológicos y de conducta. El primer paso para conseguir el manejo del estrés laboral es reconocer los síntomas.

Los síntomas físicos

El sistema nervioso autónomo es un sistema en tu cuerpo que no controlas conscientemente, pero que regula cosas como tu frecuencia cardíaca, respiración, micción y función sexual. También es el sistema que reacciona cuando estás bajo una amenaza física. Cuando está estresado o ansioso, este sistema entra en acción y pueden aparecer síntomas físicos tales como:

  • Dolores de cabeza
  • Fatiga
  • Dolor muscular
  • Dificultades para dormir, insomnio
  • Palpitaciones del corazón
  • Molestias gastrointestinales, como diarrea o estreñimiento
  • Trastornos dermatológicos

Los síntomas psicológicos

El estrés es un problema multimodal y los procesos psicológicos pueden afectar las emociones, comportamiento y bienestar físico. Estos son algunos de los posibles síntomas psicológicos del estrés:

  • Depresión
  • Ansiedad
  • Irritabilidad
  • Dificultades cognitivas, como una capacidad reducida para concentrarse o tomar decisiones

Los síntomas de conducta

No todos los cambios de comportamiento se deben al estrés, pero cualquier cambio repentino e inesperado debe examinarse para estar seguro de la causa. Cuanto antes lo identifiques, más fácil será rectificar la situación. El estrés puede afectar el comportamiento de muchas formas diferentes, pero los siguientes síntomas suelen ser los más comunes:

  • Un aumento del absentismo
  • Agresividad
  • Disminución de la creatividad y la iniciativa
  • Una caída en el desempeño laboral
  • Problemas con las relaciones interpersonales
  • Menor tolerancia a la frustración y la impaciencia
  • Aislamiento

Estrés laboral: causas

Las causas más comunes de estrés relacionado con el trabajo son la presión laboral excesiva, la mala organización y la falta de apoyo de los responsables de la organización. Si bien algunas personas prosperan bajo presión y hacen su mejor trabajo con una fecha límite inminente, otras encuentran este tipo de desafíos muy estresantes.

El estrés normalmente no esta focalizada en una causa concreta sinó que es fruto de una espiral negativa.

 

Veamos algunas causas comunes de estrés en el lugar de trabajo:

  • Altas cargas de trabajo: cantidades excesivas de trabajo y plazos poco realistas que hacen que las personas se sientan apuradas, presionadas y abrumadas.
  • Falta de control: no tener control sobre las tareas que se desempeñan.
  • Cargas de trabajo insuficientes: esto hace que las personas sientan que sus habilidades se están infrautilizando.
  • Falta de apoyo: falta de apoyo interpersonal o malas relaciones laborales.
  • Falta de habilidades: personas a las que se les pide que realicen un trabajo para el que no tienen experiencia o capacitación.
  • Preocupaciones por la seguridad laboral: preocupaciones sobre la seguridad laboral, la falta de oportunidades profesionales o el pago de la nómina.
  • Intimidación o acoso.
  • Cultura de la culpa: donde la gente tiene miedo de equivocarse o de admitir errores.
  • Gestión débil o ineficaz: esto hace que los empleados sientan que no tienen un sentido de dirección.
  • Micro gestión: esto puede hacer que los empleados se sientan infravalorados y afectar su autoestima.
  • Varias líneas jerárquicas: cadenas de mando poco claras, con cada gerente pidiendo que se priorice su trabajo.
  • Falta de comunicación: no mantener informados a los empleados sobre los cambios importantes en el negocio, lo que hace que se sientan inseguros sobre su futuro.
  • Entorno físico de trabajo deficiente: calor, frío o ruidos excesivos, iluminación deficiente, asientos incómodos, equipos defectuosos, etc.

Las consecuencias de un manejo de estrés en el trabajo incorrecto

Uno de los principales retos que genera el estrés es que nos crea un filtro mental que hace que sea realmente difícil ver una salida a una determinada situación. Conseguir un manejo del estres laboral eficaz es algo mental y psicológico y aunque marquemos unas pautas, la voluntad de cambiar la situación y el reconocimiento de la situación serán esenciales.

Cuando debemos afrontar un desafío, generalmente nos adaptamos y averiguamos cómo superarlo, pero cuando estamos bajo los efectos del estrés, todo puede parecernos demasiado. En lugar de obtener la energía que nos ayuda a salir adelante, el estrés desencadena un tipo de secuestro del cerebro que hace imposible pensar de manera creativa o flexible.

Eso ocurre porque en nuestra percepción, cuando creemos que tenemos los recursos para hacer frente a una situación, el cerebro desencadena un conjunto específico de reacciones alimentadas principalmente por la adrenalina. Es como pisar el acelerador para superar nuestros problemas. Pero cuando no tenemos suficientes recursos o creemos que no tenemos lo que se necesita, el cerebro desencadena una segunda serie de reacciones alimentadas principalmente por otras hormonas del estrés como el cortisol. Este proceso de adaptación que intenta ayudarnos en realidad termina lastimándonos si no somos capaces de encontrar mejores soluciones. Y ahí está el problema, de repente nos encontramos en un círculo vicioso: cuanto más nos quedamos estancados, más indefensos nos sentimos.

Pero si podemos reconocerlo cuando sucede y realmente superarlo, comenzamos a desarrollar nuestra capacidad y nuestra confianza, como hacer ejercicio en el gimnasio y fortalecernos con el tiempo. A medida que continuamos entrenando nuestro cerebro para reconocer y controlar, desarrollamos nuestra fuerza cognitiva y flexibilidad. Una vez que sabemos cómo aliviar la sensación de estrés, podemos superarlo más rápidamente y evitar que se apodere de nuestro cerebro en el futuro.

Manejar el estrés laboral ¿Cómo prevenirlo?

La prevención del estrés laboral consiste básicamente en cultivar una perspectiva equilibrada y consciente de tu dia a dia en el lugar de trabajo. En términos generales, los siguientes pasos te permitirán reducir el estrés:

1. Identifica el origen del estrés laboral

Incluso si amas lo que haces en el trabajo, sigues sintiendo estrés. Nos ocurre a todos. Jefes, compañeros, clientes, fechas límite inminentes. Para tener el manejo del estrés laboral, la mejor manera de empezar es tener muy claro los factores desencadenantes que lo causan. Si tratamos de identificar los desencadenantes más comunes en el trabajo y en la vida, deberías empezar por el “quién”.

Quién: ¿Quién podría ser el detonante? Podría ser tu jefe o tal vez uno de tus empleados. Por lo general, solo una o dos personas son las más responsables de los episodios de mayor estrés.

Qué: La tarea o el tema que a menudo eleva tu nivel de estrés. Quizás hay un tipo de trabajo que siempre temes o una parte de un proyecto que siempre te hace ponerte nervioso.

Dónde: La ubicación física puede ser una gran variable. Quizás estés en la oficina de un jefe o en la casa de una persona en particular. Solo cuando identifiques las ubicaciones claras podrás comenzar a administrarlas.

Cuándo: ¿Es siempre durante una reunión en particular? Cuanto más sepas sobre cuándo ocurre el estrés, más consciente podrás ser para manejarlo de manera más efectiva.

En el futuro, consulta las respuestas a estas preguntas para realizar mejoras en tu salud mental en el trabajo y tener un manejo del estrés. No se pueden evitar todas las fuentes de estrés todo el tiempo, pero cuanto más consciente seas de los problemas, más sencillo será tratar de evitarlos.

Cuando intentas mantenerte consciente de los principales factores desencadenantes en lugar de ignorarlos, los ves venir y puede manejarlos de manera mucho más efectiva.

 

Contrólalos, si es posible, o al menos, controla cómo reaccionar ante ellos. El estrés nunca desaparecerá, pero puede reducirse y mantenerse bajo control.

2. Limita tu disponibilidad en el trabajo

Un gran problema en el trabajo es la disponibilidad, es decir, cuando las personas pueden encontrarte en para informarte de algo, hacerte una pregunta o pedir tu ayuda. Estar disponible o accesible es bueno, pero a veces no tanto. Otra forma de pensar sobre este concepto es decir que la accesibilidad es cuánto tiempo te permites ser interrumpido por otros.

El primer factor importante que debes administrar es el tecnológico. La tecnología actual pueda mantenerte conectado de 10 formas diferentes las 24 horas del día. Si tus objetivos son reducir el estrés y la productividad, debes aprender a desconectarse selectivamente. Una de las claves del manejo del estrés laboral es aprender a desligarse de las fuentes que lo generan.

Otra excelente forma de desconectarse es abandonar físicamente tu espacio de trabajo. La gente espera verte allí, así que intenta no estar allí. En su lugar, trabaja un poco en una sala de conferencias u oficina vacía y cierre la puerta. Y si es absolutamente necesario, dile a su jefe o a uno de tus compañeros adónde vas y cuándo volverás.

3. Controla tus interacciones personales

Muchas veces, el estrés está asociado con personas en particular y cómo interactúas con ellas. Si no tienes la opción de evitar a alguien, siempre tienes la opción de elegir como interactuar con ellos. Cuando realmente debes pasar tiempo con alguien que  causa un estrés anormal, el objetivo debería ser interactuar respetuosamente lo suficiente para lograr con éxito la tarea en cuestión y nada más. Se amable, conciso y luego sigue adelante.

Aun así, el manejo del estrés no se trata solo de evitar las cosas negativas que pueden desencadenarlo. También puedes tratar de conectarte de forma proactiva con personas que tienen una influencia positiva en ti, conexiones que brindan una resistencia adicional frente al estrés. Estas personas suelen ser el antídoto natural para el estrés y pueden contagiarte positivamente con emociones positivas.

Dedicar solo un poco de tiempo consciente a pensar en cuándo y con quién interactúas cambia absolutamente tu estado de ánimo y tu concentración mental.

4. Maneja tu tiempo

Permitir que la jornada laboral se desarrolle al azar en lugar de ser administrado de manera proactiva causará mucho estrés. Además, eso permite que seas interrumpido por otros con demasiada frecuencia.

Una buena práctica puede ser llegar temprano al trabajo, antes de que llegue la mayoría de gente. Esto se te permitirá trabajar en un ambiente mucho más tranquilo y pausado. Empieza a trabajar con la tarea más difícil. Empezar con una tarea fácil te atrae a realizar tareas más fáciles y básicamente, se convierte en una forma de evitar el trabajo que crees que te estresará. Por supuesto, todo este proceso retrasa lo que más importa y, de hecho, crea más estrés innecesario. Así que empieza con el trabajo duro y cuando hayas terminado, te sentirás mejor.

Realiza descansos en las tareas de forma intermitente, eso te ayudará a volver a las tareas con menos estrés, mayor concentración y mejor productividad.

Aprende a decir que no. El hecho de tener compañeros y jefes no significa que siempre debas dejar lo que está haciendo para hablar con ellos o ayudarlos. Cuando realizar tareas importantes o con plazos de entrega ajustados, está bien decir cortésmente que no y preguntar si puedes darles soporte más tarde.

5. Mantén una actitud positiva

Algunos estudios muestran que los rasgos de personalidad como el optimismo y el pesimismo pueden afectar muchas áreas de la salud y bienestar. El pensamiento positivo que suele acompañar al optimismo es una parte clave del manejo eficaz del estrés. Si tiendes a ser pesimista, no desesperes, el pensamiento positivo se puede aprender y entrenar.

A veces el tema del estrés puede parecer extenso y complejo. Sin embargo, todo se reduce a tomar algunas decisiones simples y positivas sobre cómo pensamos y cómo nos comportamos.

 

Mantener niveles de estrés manejables es un objetivo que está a tu alcance:

  • Mantén una vida sana: Hacer ejercicio libera hormonas positivas que favorecen la eliminación del estrés en tu cuerpo y mente. Trata de realizarlo de forma progresiva y aumentando los objetivos poco a poco. Tus probabilidades de éxito aumentaran, del mismo modo que lo harán tus objetivos.
  • Visualiza los resultados: Todos los días, pasa unos minutos a solas, visualizándote en silencio logrando una meta. Si ves esta película con regularidad, se convierte en un filtro útil a través del cual puedes ver tus comportamientos diarios.
  • Encuentra tiempo para estar agradecido: El estrés a menudo nos engaña para que centremos una gran parte de nuestra atención en las cosas negativas de nuestra vida, lo que nos hace olvidarnos de centrarnos en las cosas buenas. Cuando nombras estas cosas que agregan valor a tu vida al menos una vez por semana, construyes la perspectiva necesaria que mantiene el estrés bajo control.

Realiza estas actividades de forma constante y conviertelas en tu rutina para conseguir un manejo del estrés laboral efectivo.

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