Seguramente durante tu vida te has visto expuesto a hablar en público ya sea en bodas, en discursos de agradecimiento o despedidas. Si no estamos acostumbrados a afrontar este tipo de acontecimientos es normal sentirnos incómodos momentos antes de hablar. Un discurso bien preparado paso a paso, no sólo asegurará el éxito de la intervención, sino que también ayudará a afrontarlo de forma más tranquila y relajada.
En el terreno laboral, hablar en público es una excelente manera de mostrar tus habilidades de liderazgo y comunicación. Es posible que durante tu vida profesional te toque dirigir una reunión de empresa o impartir un taller o un seminario.
La clave del éxito está en desarrollar las habilidades para preparar y exponer el discurso o presentación que genere impacto. En este artículo están expuestos conocimientos prácticos con ejemplos que te pueden ayudar a preparar tus discursos o presentaciones.
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Encuentra la historia detrás de tu discurso
Déjame contarte una historia. Esas cuatro palabras, déjame contarte una historia, llaman la atención. Incluso la mera promesa de una historia hace que el público se anime al escuchar lo que vas a decir a continuación. Pero, ¿qué es exactamente una historia y cómo encuentras una historia enterrada en una pila de hechos, datos o estadísticas?
El formato de historia más básico es este > Algo le sucede a alguien. Cuando estés revisando hechos para incluirlos en tu oratoria, busca ese formato. Algo le pasa a alguien. Por ejemplo, en una actualización trimestral, es posible que tengas la tentación de contar el hecho de que las ventas aumentaron un 20% con respecto al plan ya que es un dato fantástico para compartir. Pero puedes profundizar un poco más porque ese hecho contiene nuestro formato de historia básico, algo le pasó a alguien. Y en este caso, las ventas aumentaron un 20% por encima del plan, eso es algo y le pasó a alguien, a tu empresa.
Siempre que escuches o veas ese formato de historia, el siguiente paso es investigar. ¿Por qué aumentaron las ventas y por qué le sucedió a tu empresa? En otras palabras, ¿cuál es la historia detrás de ese número? ¿Qué hizo tu empresa para disfrutar de ese éxito? ¿Qué pasó? Si tu investigación revela que las ventas aumentaron debido al asombroso éxito de un vendedor, es posible que desees averiguar exactamente qué hizo esa persona y compartir su historia con el resto del personal de ventas. Mientras trabajas en encontrar la historia detrás de tu hecho, querrás asegurarte de que tu historia sea interesante y ¿qué hace que una historia sea interesante? En una palabra, conflicto.
Hay dos tipos de tramas basadas en conflictos que encajan muy bien con el público.
- Una trama implica superar un obstáculo. Muchos clásicos atemporales contienen este tipo de trama. Piensa en cómo un niño pequeño derrota a un gran gigante, un escalador alcanza la cima de la montaña o tu equipo de ventas desafía a una economía en declive para aumentar la participación de mercado en un 32%.
- Conflictos que se resuelven de forma creativa. ¿Cómo resolvió el detective el misterio? ¿Cómo salvó el héroe la ciudad cuando nadie más pudo? ¿Qué enfoque inusual adoptó el joven becario para aumentar la visibilidad de la marca en un 43%? Al público le encanta escuchar cuentos de ingenio y creatividad. Aprenderán y recordarán más el hecho por la historia que por el hecho real en sí. Al mirar el esquema de tu presentación, busca oportunidades para contar una historia. Compartir un hecho está bien, pero investiga más. Mira si puedes hacer que ese hecho sea más memorable combinándolo con una historia interesante o entretenida.
Los 3 pasos que tienen un buen discurso
1. Identifica a tu público
Si piensas en cómo hablamos cuando nos dirigimos a nuestro jefe verás que no nos dirigimos de la misma manera que cuando explicamos algo a nuestra pareja o a un familiar. El tono, la elección de las palabras y la forma de expresarnos cambia dependiendo a quién dirigimos el mensaje. Pensar en términos de tu audiencia es crucial.
Antes de escribir una sola palabra de tu discurso o presentación, tómate un tiempo para desarrollar una personalidad de audiencia. Piensa en una representación promedio de todo tu público, como si fueras a exponerlo a una persona con unos rasgos característicos comunes entre toda la audiencia.
La investigación de la audiencia es una de las primeras cosas que debes considerar al preparar el discurso. Algunos ejemplos de preguntas clave que debes responder en este punto son: ¿Cuál es la edad de los asistentes?, ¿Qué nivel de educación tienen? , ¿Conocen el tema que se va exponer? ¿En qué nivel están dentro de la empresa? ¿Cuál es su opinión sobre el tema? ¿Qué esperan recibir de tu discurso?
2. Identifica el objetivo de tu discurso
Antes de empezar a elaborar tu discurso o presentación debes escribir un objetivo. ¿Qué quieres conseguir con tu discurso? Es muy probable es que tu respuesta se encuentre en una de las tres categorías principales. Persuadir, informar o inspirar a tu público. Echemos un vistazo más de cerca a cada una de estas tres razones:
Presentación persuasiva
El objetivo es cambiar el comportamiento del público. Por ejemplo, si está realizando una presentación de ventas, tu principal razón para hablar es probablemente persuadir a tus clientes para que compren tu producto. La persuasión también se encuentra en el discurso político donde se trata de convencer mediante argumentos.
Presentación informativa
El objetivo principal es educar. Por ejemplo, si estás dirigiendo un taller o seminario, tu objetivo podría ser formar a otros empleados o enseñarles cómo hacer algo específico.
Presentación inspiradora o entretenida
Querrás conmover emocionalmente a tu audiencia. Por ejemplo, es posible que se te pida pronunciar un discurso en una ceremonia de graduación, una despedida o una boda. Todas estas son ocasiones apropiadas para levantar el ánimo con un discurso inspirador o entretenido.
Ten en cuenta que estas 3 categorías no son excluyentes y se pueden superponer. Los grandes vendedores son persuasivos, pero también pueden ser informativos y entretenidos.
Antes de redactar tu discurso, conoce tu objetivo principal. Ten clara tu intención. Luego, alinéala con las expectativas de tu público.
Las preguntas que debes hacerte en este punto son: ¿Cuál es el objetivo de mi discurso? ¿Qué debería llevarse el público de mi presentación? , ¿Cuál debería ser el tema de mi discurso?, ¿Cuál es el propósito del evento en conjunto?
3. Esquematiza tu discurso
Sin un esquema, las presentaciones se suelen sobrecargar con demasiada información. Traza un esquema antes de escribir o diseñar tu presentación. El esquema dará estructura a tu charla y te mantendrá enfocado en tu objetivo cuando escribas o diseñes tu oratoria.
Los 3 tipos de esquema para una presentación o discurso
1. Esquema descriptivo
En el esquema descriptivo se divide el tema en categorías informativas clave. Esta es una excelente opción para presentaciones informativas. Los profesores o formadores suelen usar un esquema descriptivo cuando quieren dar una visión general amplia del tema. El esquema descriptivo también puede proporcionar una estructura sólida para discursos inspiradores. Si tu discurso está compuesto por tres historias motivacionales ya estás haciendo es un esquema descriptivo.
2. Esquema es problema / solución
Este tipo de esquema se centra primero en la problemática de la audiencia y luego vira hacia a la solución. El esquema de problema / solución es una excelente opción para muchas presentaciones persuasivas. La mayoría de discursos políticos se basan en gran medida en el esquema del problema / solución. Se escoge un motivo claro por el cual mucha población esté disgustada y se ofrece una solución alternativa.
3. Esquema cronológico
Un esquema cronológico avanza o retrocede en el tiempo. Esta puede ser una excelente opción para presentaciones informativas. Por ejemplo, si se está formando a alguien a utilizar un programa, usarás un enfoque cronológico. Describirá un procedimiento paso a paso. ¿Qué es lo primero que haces? Cuál es el siguiente, y así sucesivamente.
Estos enfoques de esquema cubren muchas de las presentaciones que te pueden pedir durante tu vida laborar. Antes de tu próxima presentación, escribe un esquema sólido. Te mantendrá centrado y ayudará a interiorizar tu objetivo al público.
